Hablemos de emociones
Durante la cuarentena extendida a meses, el mundo entero ha experimentado tantas emociones, a distintos niveles y por ello, hablar de las emociones cobra una importante relevancia.
Los seres humanos tenemos la capacidad de enfrentar y superar situaciones adversas, aprendiendo y mejorando la forma en que actuamos y respondemos ante estas situaciones. Esta capacidad de aprendizaje y superación se ha desarrollado con los siglos, sin embargo, aún debemos usarla, entender más nuestras emociones y controlarlas de manera individual. Éste ha sido el gran desafío siempre.
Las emociones son respuestas innatas a estímulos externos, es decir, existen dentro de nosotros y el no expresarlas, se considera una anormalidad. Principalmente, se procesan en el Sistema Límbico, llamado también el Cerebro emocional. Las emociones reaccionan a los impulsos neuroquímicos y son inmediatas, por lo que el tiempo de reacción es tan corto que muchas veces, se generan respuestas sin poder procesarlas cognitivamente.
Durante la cuarentena extendida a meses, el mundo entero ha experimentado tantas emociones, a distintos niveles y por ello, hablar de las emociones cobra una importante relevancia. Las emociones innatas son ira, alegría, tristeza, sorpresa, asco y el miedo. La sensación de incertidumbre genera varias de estas emociones y pueden provocar una crisis interna, la cual, dependiendo de la capacidad de control y manejo emocional de las personas, pueden contenerse aplicando algunas técnicas, entre ellas, el poder reconocer estas emociones y lo que provocan en cada uno de nosotros.
Somos seres integrales, y de la manera en que nos sintamos, actuaremos. Por ello, nuevamente queremos recomendarte, hablar abiertamente de cómo te sientes, qué sientes y cuándo lo sientes. Una vez que se logra reconocer la emoción, se debe identificar la fuente o el estímulo que lo evoca y de ser posible neutralizarlo o minimizar ese estímulo. Por ejemplo, la incertidumbre que se ha generado por la pandemia puede producir a algunas personas la emoción del miedo, ante ella, hay que trabajar con ese estímulo, una de las cosas que podría ayudar a minimizar este estímulo es buscar mas información de fuentes veraces y confiables, también tener la disciplina de cumplir con las medidas sanitarias, hablar con otras personas más informadas, etc.
¿Y cómo manejamos las emociones en el trabajo?
Las emociones surgen en cualquier lugar y pueden extenderse a otros escenarios, por lo que es poco probable que logremos dejar esas emociones en “casa” y no llevarlas a nuestros centros de trabajo. Es por ello, que es cada vez más importante que las organizaciones cuenten con espacios para hablar libremente de las emociones y con programas de apoyo a las personas que así lo necesiten.
Lo cierto es que este proceso emocional nos llevará a transformarnos, de alguna manera u otra. Lo mejor es centrarnos en aprender a sentir, entender, y expresar de una manera saludable y positiva.
Para mayor información sobre nuestros talleres y programas en este tema específico, contáctanos a nuestro correo electrónico lmiralles@conexionespty.com
Un articulo muy interesante. Muchas gracias por la información. Un cordial saludo.